sábado, 8 de noviembre de 2014

Pastel de queso y chocolate

IMPRESIONANTE.

No tengo más palabras para definir esta tarta para golosos y adictos al queso. Me ha encantado la combinación del queso y el chocolate, está buenísima!
Cuando era pequeña solía comer tarta de queso en mi casa y ya hacía muuuucho tiempo que no la probaba! Ha sido comerme el primer trozo de este pastel, y teletransportarme a aquellos tiempos inolvidables. Comer algo y poder sentir cosas es increible.
Y por eso he querido traeros la receta a vosotr@s para que podais hacerla y disfrutarla tanto como yo.
Es taaan sencilla de hacer, y los ingredientes son tan cotidianos y baratos que hay que probarla si o si!!
Mi tiempo ultimamente para la cocina es bastante escaso, espero poder estar por aquí más a menudo y traeros más cositas.

Espero que os animeis con el pastel y me conteis que tal os ha ido :)

Ingredientes:

2 huevos.
150 gr de galletas tipo Digestive.
150 gr de azúcar.
75 gr de mantequilla.
500 gr de queso crema.
150 gr de chocolate negro.
Un toque leve de canela.

Preparación:

Trituramos las galletas dentro de una bolsa con ayuda de un rodillo para no ensuciar y que sea más sencillo. Derretimos levemente la mantequilla y la mezclamos con las galletas hasta formar una bola con la que cubrimos la base del molde y dejamos refrigerar 30 minutos para que se endurezca.

Precalentamos el horno a 180º.
Derretimos el chocolate al baño maria evitando que queden grumos y retiramos del fuego para que atempere. En un cuenco grande ablandamos el queso crema batiendolo con una espumidera lentamente y añadimos el azúcar y una pizquita de canela hasta incorporarlo. Agregamos los huevos uno a uno batiendo bien tras cada adición formando una crema ligera.
La mitad de esta masa, la vertemos en el molde sobre la base de galletas, y la otra mitad la mezclamos bien con el chocolate añadiéndola encima con cuidado con la ayuda de una espátula. Asentamos bien y con un cuchillo o tenedor formamos un remolino mezclando ambas capas para darle un aspecto amarmolado.
Horneamos a media altura durante 50-60 minutos hasta que cuaje y la parte central quede suave. Tenemos que echarle un ojo a menudo para que no se queme por arriba, ya que dependiendo de la potencia de cada horno se puede tostar más o menos la superficie. Si es así, debemos ir jugando con la posición superior e inferior para que no se queme, aunque debe de quedar dorado por encima.
Apagamos el horno y dejamos enfriar el pastel dentro del horno con la puerta ligeramente abierta. Una vez frio dejar enfriar en el frigorífico como mínimo 4 horas aunque es recomdable algunas más para que se enfrie bien y quede bien cuajada la masa.

Que lo disfruteis!
                                                                                                               -Irene-

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